A pocos minutos del bullicioso corazón de Marrakech, entre palmerales centenarios y olivares silenciosos, emerge Amanjena, un refugio que desde el año 2000 ha sido sinónimo de serenidad y perfección arquitectónica. Hoy, tras una cuidada renovación, este icónico resort abre de nuevo sus puertas para celebrar su 25 aniversario, más atemporal que nunca.