¿Alguna vez has sufrido la archiconocida depresión postvacacional? En caso negativo, tienes suerte, ya que al menos un 30% de la población española padece este malestar cada septiembre.
Desórdenes alimenticios, estrés acumulado, insomnio, la sensación de agotamiento continua, kilitos de más, el cuerpo pesado… Todos estos males son debidos en mayor o menor medida al término mencionado, que hace referencia a la ansiedad o presión emocional que revolotea sobre las cabezas de personas de todas las edades. ¿Creías que eras
la única que se levantaba por las mañanas de mal humor?¿O que sólo tú tienes la capacidad de permanecer despierta hasta altas horas de la noche a pesar de llevar un ritmo de vida
vertiginoso? Pues te equivocas, porque incluso los más pequeños padecen estrés y ansiedad, en particular los últimos días de vacaciones y los primeros de colegio. La vuelta al cole nos ha atormentado durante años y sigue siendo el villano favorito de los más pequeños, que esconden sus miedos entre libros y cuadernos. Por eso hemos pensado que tal vez te gustaría matar dos pájaros de un tiro ayudando a tus hijos a empezar con tranquilidad, confianza y ganas el nuevo curso y ya de paso fomentando que tú misma tomes las riendas de tu vida para que puedas compaginar tus ratos de ocio con tus obligaciones sin sufrir estrés o depresiones innecesarias. Lo que te proponemos en L’Officiel hoy no son más que cuatro motivos y propuestas para que tu hijo y tú disfrutéis juntos de las maravillas que tiene el ejercicio físico. ¿Preparados? Pues allá vamos.

El deporte es la mejor manera de estimularnos, de recuperar la ilusión y de mantenernos activos, ya que si nos lo planteamos como un objetivo o como una meta, nos mantendremos mental y físicamente enérgicos. En primer lugar, si el problema que tenéis es la falta de descanso y el desajuste de vuestro reloj biológico, os proponemos que probéis con el patinaje. Es un deporte súper completo, ya que es divertido, cómodo y fácil de practicar. Sólo tendréis que elegir un lugar, como puede ser el parque más cercano o una zona verde, y disfrutar del paseo con tu pequeño; llegaréis tan agotados que caeréis rendidos en la cama.

Si por el contrario lo que necesitas es paz y tranquilidad, desconexión y un chute extra de paciencia, no te lo pienses dos veces: Yoga. Hacer yoga no solo favorecerá tu flexibilidad, sosiego y conciencia, sino que nos ayuda a mantener nuestro cuerpo enérgico, a tener un mayor control de nuestro cuerpo y de nuestra mente y a tomarnos la vida con más calma. Hacer yoga no es un deporte cualquiera, es un estilo de vida.

Si lo que quieres es liberar endorfinas y encontrar la fuente de la felicidad, lo que te está llamando es la natación. ¿Qué tendrá el agua que nos gusta tanto? Estamos seguros de que tu niño no se lo pensará dos veces si le preguntas si quiere darse un chapuzón contigo. Será vuestra vía de escape y acabaréis la jornada como nuevos.

Por último, si lo que quieres es una manera más tranquila y fácil de hacer deporte sin perder ratos de risas y charlas con tu hijito, dale la mano y proponle dar un paseo. Ideal para pasar un buen rato sin dejar de hacer ejercicio.