London Collections Men f/w 2016
Londres echa el talón de lo que para muchos supone el pistoletazo de salida de la ronda de desfiles masculinos europeos. Una primera tanda de shows y presentaciones que satisface a todos y cumple la esperanza puesta en la pasarela británica. Colecciones que sin dejar la sofisticación y la elegancia arriesgan sin dejarse la piel en ello, pero apuntan las maneras del próximo otoño/invierno en que podremos vestir nuestros looks favoritos. London Collections Men se convierte así en un primer encuentro con la moda que veremos en los próximos meses y donde, en el caso de la capital británica, encontramos un perfecto ejercicio de sobriedad frente a modernidad marcado por la continua sombra de un Saville Road que casi todo lo hilvana y donde Topman, Nasir Mazhar, Craig Green, CMMN SWDN, Hardy Amies, Coach, Lou Dalton, Matthew Miller, Christopher Shannon, Margaret Howell, Christopher Raeburn, Alexander McQueen, John Lobb, Moschino, Pieter, Louis Leeman o Burberry Prorsum se llevan el gato al agua. Cuatro jornadas (no olvidemos que en 2012 LCM duraba un solo día) en las que nuestras dudas parecen encontrar respuesta a pie de front row, entre bastidores y celebrando la novedad con cocktails o copas de champán mientras en nuestra retina quedan las tendencias que nos guiarán y a la hora de decidir de qué manera llenaremos nuestro armario el próximo otoño. Una vuelta a los tejidos de toda la vida en prendas como los suéter de caja redonda de Hardy Amies o Gieves & Hawkes, los de cuello tortuga de Kilgour, los excéntricos de Lou Dalton y su apuesta por el suave peluche, que también recrea en dos piezas, los abrigos extralarge de Topman o Casely-Hayford y la vuelta a un reinventado trench o sobrios parkas, con algún que otro guiño trash, que potencian lo mejor de la silueta masculina en looks como los de J.W.Anderson, Margaret Howell, E.Tautz o los siempre impecables de Burberry Prorsum. Propuestas que pierden en formalismo y ganan en franca naturalidad como así nos hacen saber colecciones como las de Jeremy Scott para Moschino, donde el siempre sobrio traje se metamorfosea en colorista y trasgresora inflexión pop; Topman, donde el juego de volúmenes en terciopelo conforma un todo boho o en líneas como las de Craig Green, Christopher Shannon, Margaret Howell o la divertida y siempre excéntrica Sibling que siguen atreviéndose a replantear la moda desde un prisma que mucho dista del aburrimiento. Días en que nos hemos entregado sin reparo a esa moda que habla por sí sola, que nos retrotrae a los 80 (Patrick Grant para E.Tauzt), que nos hace sentir respeto por el sport más chic (Burberry Prorsum) donde los looks muy deportivos están más que aceptados (Bobby Abley o Lou Dalton), donde la flema inglesa se reencuentra con ese touch of class tan impecablemente romántico (Margaret Howell y Pringe of Scotland), donde lo militar sigue dando sus pasos más certeros (Christopher Crane o Alexander McQueen), donde los coloristas binomios siguen epatando (Pieter), donde el punk sigue sin morir (Moschino), donde Grindr sigue echando humo (J.W.Anderson) o donde los looks más atemporales siguen haciéndonos enmudecer de fashionista morriña (CMMN SWDN y Christopher Raeburn). Una pasarela de la que nos despedimos hasta la temporada que viene, cuando seguramente el espíritu punk y el Swinging London vuelvan a encontrarse para ir de la mano, como en esta ocasión, de manera soterrada pero marcando el paso de unas colecciones masculinas que nostálgicas no dejan pasar por alto la muerte de Bowie que tiñe de ritmos asexuados la moda menos acomplejada que existe en Europa. Aquí, algunas de nuestras propuestas favoritas...