El amor nos gusta. Saborearlo de primera mano, pero más aún cotillearlo (y vivir del sueño) en relaciones ajenas. Menos mal que la naturaleza es sabia y nos colma de felicidad juntando a celebrities, para regusto de nuestro paladar. Una primera cita, años de noviazgo… Y llega el plato fuerte: la gran pedida de mano. Y ellos, ¿cómo lo hicieron?
A muchos, si preguntamos, les dará igual. Pero si hay algo que nos gusta de las celebrities (aunque muchas veces escondamos bajo llave nuestra vena cotilla) es saber hasta el último detalle de sus vidas. Por separado, ya de por sí son el jugo que le da un poco de vidilla a nuestro día a día, pero si hacemos un poco de mezcla… En cualquier dosis, suficiente para elevar a la potencia de ‘mejor día de la semana’.
Dios los cría… Y ellos se juntan (para darnos un poco de felicidad, en pequeñas dosis de citas y eventos). Porque los famosos también son humanos y viven del amor. Su corazón palpita a ritmo intenso y cabalga a lomos de la exageración. Que ya se sabe, si eres famoso las rosas, el champán y lo de arrodillarse con un pequeño diamante es como un poco obsoleto. Poca chicha, ellos siempre quieren más.
Pedidas, como bien se dice, por todo lo alto. Porque si el amor son mariposas, cuando dos celebrities se enamoran y deciden poner una vida en común, los cohetes son de otra galaxia, el confeti brilla como el oro y las nubes se mueven para llenar de mensajes el cielo. Todo a lo grande, ande o no ande, como bien rezaba el dicho.
Estilos, tenemos muchos. Casi tantos como emparejamientos de estrella. Desde los que optaron por el romanticismo, a los que metieron a toda la familia en el saco, los que optaron por algo más privado o los que tiraron la casa por la ventana. Claro que, en su caso, eso es el pan de cada día. Pero que por el amor, no se diga, hasta ellos lo dan todo.
Igual no son una opción a copiar, pero si nos dejan un buen sabor de boda para las románticas que aún creemos que los cuentos de hadas, en versión ‘Disney elevado a la máxima potencia’ si existen. Ellos apostaron por dar el gran paso currándoselo sobremanera y, por descontado, nos dejan las mejores historias que contar. ¿Sabes cómo fueron sus grandes pedidas de mano?
