No mancha, no contiene químicos, no huele y sus minerales son beneficiosos para nuestro cuerpo.
El desodorante es uno de los productos que no faltan nunca en los accesorios del aseo personal. La práctica de salvaguardarnos de los malos olores de las axilas no es nada nuevo. Los antiguos egipcios, tras darse baños aromáticos, se aplicaban aceites perfumados en las axilas para combatir las bacterias del sudor, causantes del mal olor corporal. No sólo ellos, los hombres del Imperio Romano tenían también sus propias formas de desodorante: almohadillas con sustancias aromáticas que se colocaban en las axilas.
Sin embargo, el desodorante, tal y como lo conocemos hoy, no llegó a nuestras casas hasta finales del siglo XIX. Un producto que se componía de sulfato de potasio y aluminio, sustancias que no aportan nada bueno a nuestro organismo. Sin embargo, existen alternativas naturales para cuidar nuestra piel, como la piedra de alumbre. Se trata de un mineral que se presenta en forma de sal cristalizada y que fue utilizada por las antiguas sociedades occidentales como cicatrizante y desodorante. Muchas personas a día de hoy han retomado su uso, ya que es un producto sin químicos, que no mancha, no huele y contiene muchos minerales.
Es eficaz contra el mal olor
El uso de la piedra de alumbre es tan antiguo como el problema de la sudoración y el mal olor. Después de la ducha y el baño, humedece la piedra de alumbre con agua y frota sobre las axilas durante unos cinco o diez segundos. Esta piedra creará una fina e invisible película de micro cristales de sal mineral, que destruyen las bacterias que se descomponen en el sudor y que son las causantes del mal olor. La piedra, por supuesto, es inodora, pero te aporta una gran sensación de frescura, además de protegerte de los malos olores durante todo el día. Además no sólo puedes usarlo en las axilas, prueba a frotarla por los pies y verás cómo el mal olor ira desapareciendo.
La diferencia con los demás desodorantes es que este, al ser completamente natural, no contiene aluminio, una sustancia nociva y que son absorbidas por nuestra piel viajando directamente hacia el torrente sanguíneo. Además, lo desodorantes suelen tapar el mal olor, no combatirlo. La piedra de alumbre no enmascara los malos olores, si no que actúa antes de su desarrollo.
Capacidad cicatrizante
Sus propiedades astringentes ayudan a prevenir irritaciones e infecciones en la piel. Por ello, cuando se produce algún tipo de corte es bueno pasar la piedra de alumbre sobre él, creará una fina película de sales minerales que mantendrá la herida protegida de cualquier sustancia de fuera. Es eficaz contra la irritación y los cortes que se crean, por ejemplo, después del afeitado.
La piedra de alumbre contiene también propiedades hipoalergénicas, por eso se recomienda que las pieles sensibles la utilicen en su día a día. Con ella se pueden tratar pequeñas heridas de boca y llagas, además de otros problemas bucodentales. Y, por si fuera poco, es un excelente remedio para las picaduras de insectos.

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