Tras el &eacute;xito de 'Easy On Me', la artista brit&aacute;nica arrasa con el videoclip de su nuevo single.

&iexcl;Habemus nuevo video! Adele ha presentado &lsquo;Oh My God&rsquo;, el segundo single de su cuarto &aacute;lbum de estudio, <a href="https://www.lofficiel.es/musica/adele-30-nuevo-album-musica">30</a>, que&nbsp;llega acompa&ntilde;ado por&nbsp;un videoclip un tanto diferente a lo que la artista nos ten&iacute;a acostumbrados.
Ha sido dirigido por Sam Brown, quien tambi&eacute;n fue responsable del conocido video de &lsquo;Rolling In The Deep&rsquo;, uno de los m&aacute;s exitosos de la artista. &ldquo;Colaborar juntos de nuevo una d&eacute;cada despu&eacute;s ha sido bastante nost&aacute;lgico. Grabamos este el d&iacute;a que sali&oacute; 'Easy On Me', estaban pasando un mill&oacute;n de cosas a la vez&rdquo;, compart&iacute;a Adele en sus redes sociales tras el lanzamiento.
Ya desde la primera escena, vemos como la manzana, todo un s&iacute;mbolo de la tentaci&oacute;n, es uno de los grandes protagonistas de esta gran obra visual. Y es que el single supone&nbsp;el inicio de la&nbsp;fase de reinserci&oacute;n social de la artista tras su divorcio, un per&iacute;odo en el que duda de si es demasiado pronto para empezar a conocer nuevos hombres.

Aunque muchos hemos echado en falta un poco de color, lo cierto es que el juego de luces y sobras en blanco y negro crea un contraste que cautiva y atrapa al espectador. Un balanceo entre el bien y el mal, el cielo y el infierno, tal y como dice la canci&oacute;n: &ldquo;Teetering on the edge of Heaven and Hell&rdquo;.
A pesar de esos primeros remordimientos y su preocupaci&oacute;n por perderse a s&iacute; misma, Adele acaba sucumbiendo a la tentaci&oacute;n y empieza a disfrutar. Una idea representada en la gran bacanal final, donde la cantante celebra esa liberaci&oacute;n rodeada de bailarines. Sin olvidar esa &uacute;ltima escena en la que, por fin, muerde la manzana que nos mostraba al principio, deshaci&eacute;ndose as&iacute; de todas esas dudas que la estaban atormentando.

La artista tambi&eacute;n ha apostado por la moda, llegando a cambiar de look nada m&aacute;s y nada menos que tres veces a lo largo del video. En su primera aparici&oacute;n, la vemos vestida de Harris Reed, luciendo una blusa de lunares transparente con un lazo en el cuello combinada con&nbsp;un cors&eacute; negro y una falda de cintura imperio.
A este, le sigue un look con un aire religioso que encaja perfectamente con el tema de la canci&oacute;n. Un&nbsp;vestido de brocado con un caplet blanco dise&ntilde;ado a medida por Nicolas Ghesqui&egrave;re, el director creativo de Louis Vuitton, que la cantante luce cual &aacute;ngel bajado del cielo frente a un halo de luz de ne&oacute;n, y combina con uno de los complementos imprescindibles del momento: unos guantes de &oacute;pera negros.
Pero lo mejor lo deja para el final. Y es que Adele culmina este desfile de alta costura con un precioso&nbsp;vestido de sat&eacute;n rojo con un bolero de seda y tul&nbsp;de Vivienne Westwood, o como la artista la llama, "The Queens Haus". Un look que te deja sin palabras.

Adele sucumbe a la tentación en 'Oh My God'

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