¿Alguna vez te has escuchado hablando en la oficina?
Toque de atención para las mujeres trabajadoras del mundo.
Un nuevo estudio acaba de descubrir un dato curioso acerca de nuestro día a día en la oficina. Según Wrike, una web creada para optimizar el rendimiento de los equipos en el entorno profesional, las mujeres son más propensas a utilizar palabras malsonantes en el trabajo que los hombres… aunque no mucho más.
Las expresiones malsonantes en la oficina no deberían sorprender a nadie a estas alturas. Cuando conoces a tu equipo y te encuentras cómodo entre ese grupo de personas que trabaja día a día para lograr objetivos comunes, expresar tu pasión por lo que haces no debería considerarse algo negativo. Así lo piensan, al menos (y según el estudio en cuestión), un 57% de los encuestados. El porcentaje restante, sin embargo, no entiende este hábito como algo profesional o formal.
Y con respecto a los trabajadores que sí admitieron pronunciar alguna que otra expresión indebida, Wrike descubrió que este grupo lo predominaban ellas por encima de ellos (un 60% de las mujeres encuestadas, frente a un 55% de los hombres participantes). Estas cifras pueden sonar un tanto desalentadoras (¿de verdad controlamos tan poco nuestro lenguaje en la oficina?), pero sin embargo, las razones por las que — según el estudio — recurrimos a estas palabras son bastante razonables, y le aportan cierta argumentación: un 39% de los encuestados defienden que lo hacen porque les ayuda a expresar sus ideas, un 36% debido a que muestra su pasión por un proyecto en concreto, y un 34% debido a que este lenguaje permite crear lazos entre su equipo. Si esto lo justifica o no, que lo juzgue cada uno.