Hablamos con la Dra. Aguado Delicado sobre el envejecimiento cutáneo y descubrimos 5 datos que quizá nos sabías y que lo aceleran de forma alarmante.
Arrugas, manchas y flacidez. Tres palabras que nos ponen los pelos de punta a partir de los 30 y los 40 años, cuando deberían alertarnos mucho antes. Y no estoy hablando de cuidarnos a base de cosméticos desde que pasamos la barrera teenager - que también - si no de tener conciencia de que las arrugas no entienden de edad y para colmo nosotras mismas nos encargamos de que aparezcan antes de lo que correspondería de manera natural.
“El envejecimiento, pese a ser ‘natural’ se ha convertido en una ‘enfermedad a tratar’. Cada vez más mujeres quieren retrasar la aparición de arrugas que surgen con el paso del tiempo y la acción de agentes internos y externos (factores hormonales y genéticos, estrés, contaminación, tabaquismo, exposición al sol…). Sin embargo llevamos a cabo actividades cotidianas que aceleran ese envejecimiento que tanto queremos retrasar”. Así comenzaba nuestra conversación con la Dra. Aguado Delicado, Médico de Atención Primaria, Médico Estético y especialista en nutrición, para después descubrir cinco datos que nos advierten de que está en nuestra mano frenar la aparición de arrugas prematuras.