Valentino, intimidad en el escenario, entre la revelación y la ilusión
Para Valentino, Alessandro Michele transforma la intimidad en un teatro en movimiento, donde la ropa oscila entre la protección y la exposición.
Para Valentino , Alessandro Michele orquesta un desfile otoño-invierno 2025-26 donde lo íntimo se convierte en espectáculo, difuminando los límites entre interioridad y puesta en escena. Inspirado en la idea de un “meta-teatro de intimidades”, el creador imagina un espacio donde la identidad se construye no en la búsqueda de un yo auténtico, sino en el juego infinito de apariencias y revelaciones. A través de siluetas superpuestas, transparencias engañosas y materiales que oscilan entre la protección y la exposición, Alessandro Michele evoca una intimidad nunca fija, siempre cambiante. La decoración, que evoca sublimes baños públicos, se convierte en esta heterotopía donde lo íntimo y lo colectivo se entrelazan, donde el ritual del cuidado se transforma en una performance identitaria. Los tonos apagados, los terciopelos arrugados y los destellos metálicos transmiten una tensión entre la introspección y la representación, mientras que la atmósfera lynchiana del podio le da a toda la producción un aura que es a la vez inquietante y subversiva. Más que un simple desfile de moda, el director artístico ha compuesto aquí un manifiesto: la intimidad no es un santuario preservado, sino un escenario en movimiento, un lugar de aparición donde el "yo" se reinventa constantemente.
