Kiev, conocida por su arquitectura religiosa, sus monumentos seculares y grandes museos, este fin de semana ha cedido protagonismo al mundo del deporte, al haberse convertido en el escenario de la final de la Champion League, disputada entre el Real Madrid y el Liverpool, en el estadio Olímpico de Kiev.

Aunque soy una declarada fan del deporte en muchas de sus versiones, el f&uacute;tbol es una de mis pasiones. Desde el momento en el que decidimos viajar toda la familia, ten&iacute;a claro que no pod&iacute;amos perder la oportunidad de recorrer la incre&iacute;ble capital ucraniana antes y despu&eacute;s de los intensos 90 minutos que nos esperaban y que har&iacute;an historia en el Club blanco al alzarse con su 13&ordf; Copa de Europa.

As&iacute;, tras m&aacute;s de 3.500 kil&oacute;metros que separan el Aeropuerto Adolfo Su&aacute;rez de la ciudad ucraniana, llegamos a Kiev, una capital paralizada por el fen&oacute;meno deportivo, en la que la mayor&iacute;a de establecimientos del propio aeropuerto, por raro que parezca, se encontraban con la verja echada, y que estaba blindada completamente por una gran seguridad destinada a proteger a ciudadanos y turistas de posibles incidentes.

Tras abandonar el aeropuerto y tras una breve parada en la habitaci&oacute;n del Premier Palace Hotel, la primera parada se sit&uacute;a en el propio cinco estrellas, que, entre otros, cuenta con al recomendado Ikigai Restaurant, que ofrece una completa carta cuyos platos trasladan al mismo Jap&oacute;n por su armon&iacute;a, calidad de productos, est&eacute;tica y profesionales de primer nivel.

Un breve paseo por la ciudad hace admirar una inconfundible arquitectura que se funde con las luces de la noche, para dar paso a una ciudad completamente distinta&hellip;

Este es el caso de restaurantes como Buddah Bar, que no solo ofrece una experiencia gourmet, si no que conforme avanzan las horas, la m&uacute;sica que comienza siendo de ambiente sube de volumen para dar paso a una discoteca.

Uno de los muchos ejemplos que convierten Kiev en un destino tur&iacute;stico ideal para aquellos que tambi&eacute;n desean disfrutar de una legendaria vida nocturna, pero que pueden completar su viaje conociendo m&aacute;s en profundidad la cultura de Kiev.

Recomendado en todas las gu&iacute;as es caminar por el Andrivyviski uzviz (cuesta de Andrew), el &ldquo;Montmatre de Kiev&rdquo;, o visitar la plaza de la Independencia y el coraz&oacute;n de la revoluci&oacute;n naranja y, como no, como imprescindible la Catedral de Santa Sof&iacute;a para contemplar sus antiguas b&oacute;vedas, terminando la ruta accediendo a la torre del campanario. Sin duda, desde este fin de semana uno de mis lugares favoritos del mundo, con unas vistas inigualables a la ciudad, que fue el precedente perfecto al partido hist&oacute;rico, tras el que acudimos a uno de esos lugares de obligada visita para los amantes de la gastronom&iacute;a, el BAO Modern Chinese Cuisine.

Este restaurante chino poco tiene que ver con la idea tradicional de este tipo de establecimientos, ya que el chef colombiano H&eacute;ctor Jim&eacute;nez-Bravo parte de la vanguardia que traslada a sus platos. Pero no solo el chef y la oferta gastron&oacute;mica son los causantes de la popularidad de este espacio (que tambi&eacute;n), la cuidada iluminaci&oacute;n y el dise&ntilde;o del restaurante son piezas indispensables en el &eacute;xito de este restaurante.

Un proyecto de interiorismo llevado a cabo por el reconocido estudio de dise&ntilde;o ucraniano Yod Design, que fusiona la tradici&oacute;n China con la m&aacute;s moderna y novedosa de Singapur y Hong Kong, mezcl&aacute;ndolo con la esencia cosmopolita de Nueva York para dar vida a BAO Modern Chinese Cuisine. Y sin duda lo han conseguido.

Para terminar la velada, decidimos fundirnos en una fiesta para el celebrar el t&iacute;tulo&hellip; El lugar elegido, el club Chi de la capital, situado cerca de la estaci&oacute;n Palats Sportu, una de las atracciones tur&iacute;sticas m&aacute;s demandadas de Kiev, por ofrecer una amplia variedad de m&uacute;sica interpretada por Djs Internacionales. Pero lo que m&aacute;s llam&oacute; mi atenci&oacute;n fue tener a mis pies a los reconocidos guerreros de Xian, ya que el club cuenta con una pasarela transparente que permite a los visitantes bailar al ritmo de la m&uacute;sica sobre la recreaci&oacute;n de estas piezas, y, por supuesto, la medusa bailante, que ofrece un espect&aacute;culo de luz genuino.

Sin duda Kiev es una de esas ciudades que quiz&aacute; no se encuentran en la lista de destinos favoritos, pero al visitarla, te quedas con ganas de volver&hellip; aunque quiz&aacute; en otro fin de semana, para evitar el colapso aeroportuario y que haya casi m&aacute;s polic&iacute;as que personas.

Raquel Oliva, vicepresidenta de Oliva Iluminaci&oacute;n

<a href="https://www.instagram.com/raquelolivamarc/">@raquelolivamarc</a>

Kiev, capital del deporte y la cultura

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