Ella sí. Por lo menos es lo que parece cuando visitas su perfil de Instagram, donde ya sólo quedan quince. Algo que parece indicar que, o la cantante está tramando algo para los fans, o lo único que necesita es un detox digital.
Taylor Swift no es la única celebritie que nos sorprendió de la noche a la mañana hace ya unos meses con esta decisión. Selena Gomez, por ejemplo, también dejó de publicar su vida en el mundo 2.0. Sólo han pasado un tiempo desde que la cantante tomara esta decisión, publicar menos y vivir más, pero sus fans ya echan de menos sus selfies, sus gatas, sus instantáneas que les sacaban una sonrisa… Algo parecido ocurrió a principios de año, cuando la cantante ya estuvo nueve semanas sin dar señales en Instagram.
Ni rastro de imágenes de este tipo en sus redes sociales y, por si fuera poco, adiós a todas las cuentas que ella seguía. Los rumores no se han hecho esperar entre los más de 100 millones de seguidores que ya registraba. Casi nada. ¿A qué se debe esta actitud? ¿Qué hay detrás? O mejor dicho, ¿qué viene después.
Igual las alarmas han saltado demasiado pronto. Es posible que, simplemente, necesitara escapar de este mundo y perderse durante un tiempo. En eso consiste el detox digital. No se trata de hacer una crítica de las redes sociales pero sí de la dependencia que hay detrás de ellas y que genera ansiedad y estrés. También está comprobado que un mal uso afecta a nuestras relaciones sociales e incluso a nuestra productividad. Incluso puede provocar alteraciones en nuestro sueño y otros problemas físicos como consecuencia de la postura que adoptamos cuando miramos el teléfono.
El diagnóstico es sencillo: si al desconectar de las redes sociales, no somos felices, estamos enganchados. Literalmente. Un detox digital antes de que sea demasiado tarde puede ayudar a prevenir esta situación de dependencia y enseñarnos a hacer un uso más responsable.
3 días, para empezar
No hay un periodo fijo pero los expertos recomiendan que, para empezar, tu primer detox tenga una duración entre 3 días y una semana. Ese será el tiempo suficiente para desconectar y saber hasta qué grado dependemos de las redes sociales. Las primeras horas pueden ser más complicadas pero con el tiempo, la ansiedad se irá reduciendo. Lo más recomendable es aprovechar un periodo de vacaciones en el que el móvil no se convierte en un imprescindible.
Mejor, acompañado
Si tienes alguien a tu lado, te resultará más fácil cumplir tu palabra. Puedes proponérselo a un amigo o a tu pareja. También se recomienda informar a tus allegados de la situación que estás a punto de empezar. Aprovecha para explicarles tus razones.
¿Adiós o hasta luego?
Si estás dispuesto a hacer un detox completo, elimina las aplicaciones de tu móvil. Será lo más radical pero lo más sano. Si no, siempre puedes confiar en tu fuerza de voluntad. Sí, aunque no te lo creas, tú también tienes.
